Del S XVIII al S XIX, análisis e interpretaciones historiográficas en torno a los orígenes de la revolución industrial


Del S XVIII al S XIX, análisis e interpretaciones historiográficas en torno a los orígenes de la revolución industrial



Sistema Monetario y Crediticio europeo en el S XVIII.



En el caso de la moneda existían dos problemas claros: normalización y abastecimiento. No solo había diferentes monedas en el mismo Estado, sino que coexistía a su vez diferentes patrones; el tiempo era uno de ellos. En Europa se utilizaban diferentes calendarios. El nuevo estilo empleado por la mayoría de los estados europeos, representaba once días de adelanto respecto al viejo estilo empleado por Rusia a partir de 1700. En 1752 Gran Bretaña cambio el Viejo Estilo de Calendario por el Nuevo y Suecia hizo lo mismo.



A pesar de los llamamientos que hicieron en Francia multitud de escritores, incluyendo fisiócratas y enciclopedistas, a favor de un sistema racional que permitiese unificar los pesos y medidas el gobierno juzgo que la situación era demasiado compleja y delicada para llevar a cabo semejante reforma y, de hecho, no se introdujeron nuevas medidas normalizadoras hasta las unidades métricas de los años 17901.



Debía haber una unidad de medida uniforme para luego plantear ciertas tasas de interés sobre las exportaciones y así enriquecer al estado. En Prusia existían doce formas diferentes de medir la longitud que se normalizo en 1773. En Gran Bretaña cada región siguió conservando a lo largo de todo el S XVIII sus propias variantes de unidad de medida.



Así como las diferentes disposiciones legales dentro de un mismo Estado constituían también un gran estorbo para la actividad económica. Otro de los principales problemas monetarios era la escasez generalizada de monedas en metálico. Las monedas de oro y plata portugueses y españoles se admitían legalmente en Inglaterra, y lo mismo sucedía con las monedas españolas y austriacas en el Imperio turco. Gran parte de la producción Americana de oro y plata se perdía en zonas con las que Europa tenía una balanza comercial desfavorable, sobre todo con China e India. Las insuficiencias de moneda requería el uso del papel moneda (si bien esto no era nuevo ya que el billete y las letras de cambio ya se venían utilizando), y así, el S XVIII fue testigo pues de la expansión generalizada de la banca y de los billetes como forma de pago.



En Francia el crédito surge de individuos o consorcios privados y en su mayor parte de origen urbano. Los banqueros de Montpelier surgieron entre los comerciantes de lana, pañeros y oficiales financieros. El crédito solía dedicarse a la compra de tierras o al arrendamiento de contribuciones fiscales, más que a la financiación de empresas comerciales. Estas últimas buscaban el apoyo político aumentando las vicisitudes por la que atravesaba el crédito nacional.



Por su parte los holandeses tenían las instituciones financieras más desarrolladas del mundo, incluyendo mercados con gran proyección a futuro y una importante industria de seguros marítimos. Ámsterdam, con su gran prestigio y su baja tasa de interés, se convirtió en centro financiero Internacional.



Por otro lado, en Francia las fluctuaciones del valor de estas unidades de papel moneda obstaculizaba la actividad comercial, y la confianza general se fue deteriorando rápidamente con el fuerte aumento del déficit publico. La especulación en los beneficios comerciales y la gran emisión de billetes por los bancos, que no guardaban relación con su reserva en metálico, llevaron al incipiente sistema financiero estatal a la quiebra (1715 en París).



A lo largo del S XVIII fueron desarrollándose mecanismos financieros más complejos, tales como el aumento en el uso de letras de cambio, las bolsas, las transacciones multilaterales y las ventas a comisión. Si bien la expansión de la economía monetaria desempeño un papel importante en la integración del mercado europeo, su avance de vio limitado por los problemas de abastecimientos y por la falta de confianza en la moneda y el crédito.



Comunicaciones en la Europa del S XVIII.



Las comunicaciones representaban un problema tanto para el desplazamiento poblacional como para los movimientos de mercancías. Las dificultades y los costes que representaban los transportes por carretera contribuyeron a que la mayor parte del tráfico de mercancías fuese marítimo o fluvial.

Las Aristocracias advirtieron las posibilidades económicas que podrían reportar realizando buenas comunicaciones. En Francia y en los Países Bajos se podría decir que existían dichas condiciones para el transporte.



La canalización de los ríos y la construcción de canales artificiales fueron la respuesta dada a los problemas que ofrecía el sistema fluvial. Su realización venia condicionada por las características del lugar y por el apoyo político prestado. Durante el S XVIII hubo pocos progresos respecto a la situación del transporte marítimo europeo, seguían dependiendo no solo de las condiciones climáticas sino también de las decisiones políticas (intereses diferentes, problemas técnicos y falta de capital). Ante ello, una de las consecuencias mar relevantes pues es el encarecimiento de los transportes por tierra de grandes cantidades de mercancías, limitando a su vez la especialización regional, protegiendo –de alguna manera- la industria local frente a las importaciones.



La era de los canales comienza en 1761 -por iniciativa de James Bridley un constructor de molinos al servicio del duque de Bridgewater- con la construcción de un canal desde las minas de Worsley a Manchester. Esto constituyo la primera de una larga serie de construcciones esenciales para el desarrollo comercial interregional. La más significativa de ellas fue la apertura del Gran Ramal, inaugurado en 1777 que permitió unir a través de las salinas de Cheshire y de los prósperos industriales de Staffordshire el Marsey con el Trent y por ende con Humber2. La era de los canales; de la construcción de nuevas vías acuáticas navegables y de la sistematización de los cursos y puertos fluviales apenas si había comenzado, así como de las carreteras, que había tenido un protagonismo en John Metcalf, uno de los pioneros del nuevo sistema vial en los distritos textiles de Lancashire y Yorkshire.



Crisis General del S XVII



Según Eric Hobsbawm3 existe en Europa una crisis general en el S XVII, una crisis feudal que manifiesta los limites que obstaculizan el desarrollo capitalista pero que contradictoriamente genera las condiciones que hicieron posible la revolución industrial.



Se produce pues una fuerte regresión económica: el mediterráneo deja de ser el centro económico, político y cultural, su flujo comercial comienza a declinar; en cuanto a la producción, muchas zonas se desindustrializan (Alemania, Francia, y Polonia) y otras se desarrollan lentamente (Inglaterra y Suecia). En cuanto a la expansión, Europa atravesó un estancamiento respecto al S XVI, los imperios españoles y portugueses se contrajeron y su carácter cambio.



A su vez el S XVII fue un periodo de importantes revueltas sociales, tanto en Europa Occidental como en Europa Oriental. En un solo aspecto Europa se repuso: Absolutismo como forma política eficiente y estable en base al modelo francés. Los estados resuelven grandes problemas: las órdenes del Estado centralizado se obedecen en todo el territorio; se obtiene dinero para solventar los gastos del ejército.



Hobsbawm se cuestiona por qué si en el S XVI hubo un importante crecimiento poblacional y un significativo desarrollo económico, no tuvo lugar allí la revolución industrial. Responde señalando que si bien existía un cierto equipamiento técnico (Leonardo Da Vinci había creado una maquina a vapor), ni el capital ni la mano de obra fueron aplicadas a industrias de tipo potencialmente moderno.



Los italianos del S XVI si bien controlaban las masas de capitales, sus inversiones son desastrosas y terminan arruinados. Son los holandeses, en el S XVII los que descubren un recurso esencial del capitalismo moderno: la inversión especulativa. Para 1760-1780 la revolución industrial había comenzado: existía un aumento de la riqueza, el comercio y la industria, crece la población y la expansión colonial, se produce una crisis de crecimiento en agricultura.



¿Como explicamos el desarrollo industrial Británico?



A decir de Hobsbawm, recogiendo el planteo de Swezzy y en total concordancia con los planteos de Mousnier y Henry See, la crisis del S XVII derivo en una considerable concentración del poder económico y político principalmente a través de los beneficios provenientes del comercio marítimo. Esta concentración sirvió a los fines de la futura industrialización y a las agriculturas que las abastecían.



Según el historiador ingles lo que explica el desarrollo industrial no necesariamente es el espíritu de empresa proporcionado por la concepción Calvinista recogido por muchos historiadores4, ni mucho menos la constante innovación tecnológica5, se explica pues en la concentración de la producción en masa, es decir, en la producción de una variedad de bienes en constante aumento, producidos en cantidades cada vez mayores, y a precios cada vez más bajos, de modo de crear y mantener su propio ritmo de expansión económica6. Para ello se deben encontrar los capitales necesarios que estimulen a la manufactura en masa. Todos estos elementos fueron los que se combinaron en Inglaterra a principio del S XVIII para comenzar el proceso de industrialización.



Sin embargo Castronovo, cuestiona dicha tesis, preguntándose –como ya los hacia Hobsbawm- por qué Italia, España, Portugal y los Países Bajos, naciones que habían reunido gran masa de capital, no se desarrollaron industrialmente? Quizás la respuesta a esta pregunta la brinde Hobsbawm párrafos atrás (ni el capital ni la mano de obra fueron aplicadas a industrias de tipo potencialmente moderno). Sin embargo, para Valerio Castronovo, esta no es una respuesta adecuada; señalando que no todas las fortunas acumuladas en el trafico ultramarino o proveniente de la renta de la tierra termino por invertirse en empresas manufactureras.



Algunos historiadores hacen énfasis en los aportes del sistema bancario; pero un rápido análisis demuestra que la importancia de estos aportes financieros a la industria no fueron significativos. Castronovo confirma pues que en la mayor parte de las industrias, el capital inicial provenía del ámbito familiar, de parientes y amigos; luego, las buenas ganancias aseguraron la posibilidad del autofinanciamiento.



Todavía la industria no despertaba el interés de los capitalistas, debemos buscar pues el origen de la revolución industrial en los aportes sustanciales de la Revolución Agrícola. La liberación de reserva de mano de obra en el campo, las exportaciones y el aumento de la demanda, las exportaciones y el aumento de la demanda de enseres e instrumentos de trabajo son elementos a tener en cuenta para explicar el posterior desarrollo industrial.



Desarrollo industrial Ingles



A decir de Hobsbawm, todos los gobiernos trataron en los últimos tiempos del S XVIII, de industrializarse, pero pocos lo consiguieron. Gran Bretaña fue la potencia que se industrializo y lo logro debido principalmente a sus grandes reservas acumuladas y su constante inversión. Según el Historiador ingles de todas las economías, la más moderna, la que más entusiastamente subordino la política al empresario capitalista, fue Inglaterra, el país de la primera revolución burguesa completa.



Hubo al parecer una gran proporción de inversión local en Gran Bretaña entre 1660 y 1700, que se manifiesta en el vertiginoso desarrollo de numerosas industrias británicas. Entre la tercera, cuarta y quinta década el crecimiento se detiene, debido a las guerras de 1689-1714, sin embargo las bases ya estaban echadas.



Importantes transformaciones de las relaciones de producción en el medio Rural



El tipo a domicilio, pre-industrial, no solo fomento la concentración regional de la industria (fuera de la ciudad haciendo más fácil la expansión de la producción) sino que también aumento la polarización social; muchos obreros dependían de unos pocos empresarios que poseían el capital. Este tipo de trabajo a domicilio hizo probablemente aumentar la acumulación de capital en unos pocos centros de riqueza.



En el campo los grandes terrateniente se benefician a expensas de los campesinos y de los pequeños propietarios, existe pues una concentración de la tierra por parte de un sector reducido de la sociedad, cuestión que se da fundamentalmente en Inglaterra y en la Europa Occidental.



A decir de Ronald Mousnier, para 1714 en Inglaterra la industria se encontraba más desarrollada que en otros países europeos pero no era la principal actividad económica (esta era el comercio). A su vez las grandes ciudades metropolitanas crecían a expensas de la ciudad y el medio rural; el comercio se concentro en los estados marítimos. En las proximidades de los puertos exportadores, los comerciantes podían entusiasmar a los señores para que ingresaran en una economía exportadora o podían obligarlos mediante préstamos a que les vendan las cosechas. Respecto a la agricultura, el excedente esencial para el desarrollo de la moderna sociedad industrial, había de lograrse principalmente por medio de la revolución técnica y la liberación de la mano de obra.



La necesidad de una agricultura capitalista (aumentar la productividad, extender los cultivos) comenzó a manifestarse en los Países Bajos y en Inglaterra desde hacía largo tiempo7 pero los signos de la revolución agrícola se multiplican a mediados del S XVII8. Esta agricultura de orden capitalista necesitaba terminar con la agricultura de tipo servil, ineficaz, donde el trabajo forzado condenaba a una menor eficacia en la utilización de la tierra y de la fuerza humana. Los límites de la agricultura de tipo servil fueron alcanzados en la década de 1760-70 en adelante; esto fue reconocido en los proyectos fisiocraticos del despotismo ilustrado.

En contra del comercio libre y la política pacifista de los holandeses9, Gran Bretaña sostuvo una política proteccionista respaldada por agresivas guerras de mercados. Si bien la política holandesa potencializo el desarrollo industrial, Gran Bretaña lo consolido certeramente. La industrialización británica se da fundamentalmente a partir de dos factores, endógenos y exógenos: por un lado creó un mercado interno para sus productos manufacturados a través de la configuración de una nueva estructura social –asalariados y burguesía- y de un sujeto consumidor, desvinculado totalmente de las sujeciones morales que condicionaban las mentalidades en el orden feudal. Por otro lado capto todos los mercados mundiales y el control de la mayoría de las zonas coloniales del Mundo (a partir de Utrech 1713-1715). La Paz de Utrecht y la política de equilibrio británica luego de la Guerra de Sucesión, dejaba a la gran potencia las manos libres en todos los escenarios mundiales10 (sobre todo en el Atlántico y en el Índico)11.



La producción capitalista tuvo que encontrar además, las maneras de crear sus propios mercados de expansión, cuestión que no podía lograr dentro de una estructura feudal; logrando sus cometidos mediante la transformación social. El mismo proceso que, reorganizo la división social del trabajo, incremento la proporción de trabajadores no agrícolas, diferencio al campesinado y creo las clases asalariadas, creo también hombres que dependían, para satisfacer sus necesidades, de las compras al contado (…) dio origen a los clientes para los productos.



Pero que pasaba en esos países que no había una demanda porque no existía/o no se había creado aun la necesidad de consumir los productos manufacturados ingleses?

Allí se dio una succión forzada. Como se origino?



  • Dependencia de los países desindustrializados respecto a aquellos que si las tenían.
  • Expansiva demanda dentro de sus mercados locales.
  • Un nuevo COLONIALISMO basado principalmente en la economía esclavista del monocultivo y las enormes plantaciones (azúcar).


Neocolonialismo franco-anglo-holandes y la economía esclavista de las plantaciones



Como advertimos, a mediados del S XVII se produce un reordenamiento del eje económico mundial, este pasa del Mediterráneo al Atlántico y a su vez el capitalismo moderno comienza a explicarse, no a partir de una economía nacional sino de una economía mundial. Se da una gran demanda de esclavos de parte de los monopolistas europeos en América y se crean a su vez las grandes compañías de comercio: británica en África y francesa en Senegal y Guinea (1673 y 1685)12. El viejo modelo español de colonialismo dio paso a un modelo mucho más efectivo franco-anglo-holandés que explica pues el crecimiento exponencial de las metrópolis europeas en el S XVII.



Estas empresas, inicialmente modestas resultaron una excelente inversión ya que potencializaron y estimularon la economía en general. Mas azucarar vendida a bajo costo significaba más ventas en Europa; esto generaba a su vez más bienes europeos vendidos en las colonias, más esclavos necesitados en las plantaciones, más bienes con los cuales comprar esclavos, y así sigue el circulo.

A comienzos del S XVIII los navíos ingleses practicaban el verdadero comercio triangular; desde África proveían a América con esclavos; desde las Antillas regresaban a Inglaterra con un cargamento (sobre todo con azúcar).



De esta manera el nuevo sistema colonial que aparece a mediados del S XVII es uno de los elementos decisivos en la preparación de la revolución industrial. Pudiendo afirmar pues que la concentración de poder de las economías marítimas contribuyo a fomentar considerablemente la inversión productiva. Así, el flujo creciente del comercio colonial y extranjero, estimulo las industrias nacionales y las agriculturas que las abastecían.



Sin embargo, Pierre León y Bergeron señalan que si bien el comercio colonial americano fue la base del crecimiento occidental hasta la revolución industrial, algunos historiadores han intentado, desafortunadamente, ligar el desarrollo de la trata de esclavos a la expansión de la revolución industrial a fines del S XVIII. Los historiadores afirman que si bien es posible que la trata haya facilitado la creación de industrias portuarias que producían artículos de comercio para su intercambio en África (caso de Nantes y de Liverpool); los beneficios de la trata en la inversión necesaria para la financiación de la revolución industrial siguió siendo débil, 0,11%.



A decir de Hobsbawm La Revolución Industrial Británica no es un problema general; al contrario, se trata de un problema particular, por tres motivos:



  • Es el problema de un país individual, en una situación particular.
  • No es solo el problema del desarrollo económico sino además el despegue imprevisto y revolucionario.
  • Se inscribe en las condiciones del Capitalismo

Inglaterra como potencia avanzada se inscribe pues en el marco del desarrollo Capitalismo Moderno:

  • Evolución de las economías esclavistas de ultramar
  • Expansión económica belicista y colonialismo (consolidada luego de las Guerra de Sucesión y la paz de Utrecht).
  • Protección de los intereses industriales y comerciales británicos.
  • Presencia de una potente burguesía con intereses nacionales consolidados.
  • Industria del Algodón:

  1. Incremento de las exportaciones de productos textiles13
  2. Se desarrolla como subproducto sobre todo a partir de la economía esclavista.
  3. La Materia Prima provenía de Ultramar (Indias Occidentales y EEUU) con un claro mercado de exportación: América y África.
  4. Control por parte de GB de los mercados coloniales.



Revolución o Continuidad debates historiográficos en torno a la Revolución Industrial14



Los primeros en hablar de Revolución Industrial –después de que en 1178 Arthur Joung previo una Revolución en curso- fueron Engels y Stuart Mill a mediados del S XIX. Este término fue adoptado por Karl Marx para referirse a los grandes cambios económicos y sociales que produjo la invención de la máquina-herramienta.



Lejos de querer abordar únicamente las modificaciones técnicas llevada adelante por el maquinismo, Marx quería dar respuesta a los orígenes y naturaleza del Capitalismo moderno. El divorcio entre propiedad y trabajo; la declinación de la manufactura artesanal independiente y el advenimiento del nuevo sistema fabril, donde la fuerza de trabajo se había convertido en mercancía que se compraba y se vendía como cualquier otro objeto, abrió una nueva fase histórica. Si en la sociedad del S XVIII todavía dominaba las formas de propiedad y producción de naturaleza feudal y el plusvalor15 se extraía bajo formas de obligación personal. Paralelamente se desarrollan formas nuevas de extracción del plusvalor.



Ya Mantoux en 1905 señalaba que la invención de la maquina no necesariamente fue un invento del S XVIII y que fue en el curso de dos siglos que se paso de la manufactura artesanal a la industrialización en masa. Sombart señalaba en 1908 que en un momento lejano del pasado el espíritu capitalista debe haber existido, antes de que pudiera realizarse alguna empresa capitalista y afirmaba que los primeros cambios decisivos en la estructura económica comienzan en los S XV y XVI, con los progresos técnicos de la industria minera y metalúrgica, las crecientes necesidades de los ejércitos, la marina y las expediciones coloniales, la progresiva subordinación del artesano al comerciante.



A su vez Henry See en su trabajo Orígenes del Capitalismo Moderno (1926) ya señalaba que el sistema de fabrica no era resultado de las invenciones técnicas de mediados del S XVIII: la concentración de artesanos en un solo establecimiento habría transformado al viejo comerciante (dador de trabajo) en patrón industrial. En 1946 Maurice Dobb signo el retorno hacia modelos marxista de análisis y de interpretación histórica de la revolución industrial. La separación entre fuerzas de trabajo (artesanos y campesinos) de sus medios de producción (herramientas y tierras) y su subordinación al capital poseído por una creciente clase de capitalistas son los principales elementos de análisis del modo de producción capitalista.



A decir del autor16 la atención se ha concentrado no solo en la evolución técnica y el incremento del ahorro y del capital fijo o el surgimiento de nuevas relaciones entre productores y capitalistas en el sector industrial, sino también en el ascenso del capitalismo agrario y en la revolución técnico-productiva que le permitió al campo proveer a las necesidades de una población urbana en continuo aumento así como estimuló el crecimiento de una gran masa proletaria disponible para las empresas manufactureras.



Política Religiosa y Difusión del espíritu científico en Inglaterra



La libertad de Culto y expresión y los avances y el desarrollo de las profesiones liberales se encuentran estrechamente vinculados a puritanos, bautistas e independientes que impulsan actividades bancarias, comerciales e industriales y que sobre todo utilizan el conocimiento fundado científicamente tanto como trampolín para nuevos ascensos civiles y culturales así como implemento en la revolución tecnológica. Ex campesinos, comerciantes o hijos de pastores se volcaron hacia Inglaterra después de la Unión de 170717.



Por qué ocurre? Unos ven en el calvinismo el origen de la ética capitalista, un nuevo código de vida. Otros afirman que fueron las circunstancias de exclusión religiosa en la que se encontraban que los habría llevado a buscar nuevas formas de vida. Por su parte Ashton señala que la explicación más simple reside en el hecho de que estos disidentes constituyen el sector más instruido de la clase media. Estas gentes habían sido educadas en el Empirismo Filosófico de Bacón y David Hume, en el culto a las libertades difundidas ampliamente en la Universidad de Glasgow, Manchester, Bristol y Deventry, y en el espíritu positivo y racional de los nuevos descubrimientos científicos18; muchos participaban como miembros activos de la Royal Society, de la Lunar Society de Birmingham o de la Literary & Philosophical Society de Manchester,



Los progresos científicos, afirmados en el curso del S XVIII en la química, la termodinámica y la geología alcanzaron maduración cuando comenzaron a estar al servicio de las necesidades humanas y a las exigencias de la industria19. En una interpretación radicalmente opuesta a la de Eric Hobsbawm, Valerio Castronovo valora en extremo la fuerza de la ciencia, llevadas adelante por grupos religiosos no conformistas, a través de nuevos rumbos culturales, nuevas actitudes mentales que fomentan el espíritu científico y racional y que impulsan decididamente el desarrollo económico e industrial en Inglaterra20; es indudable que los disidentes se insertaron autorizadamente con su impronta de industriosidad y su aporte de inteligencias no comunes en el proceso de desarrollo económico21.



Las invenciones técnicas



La sustitución de la energía humana por la maquina, de las fuentes de energía biológica por energía mineral, de la manufactura domestica por la organización fabril, no fue un proceso regular. Sus efectos y su desarrollo comenzaron recién, en la primera mitad del S XIX. La producción de energía eléctrica de James Watt sufrió muchas interrupciones, y la maquina a vapor tardo mucho tiempo en difundirse en la industria. Las transformaciones más eficaces se dieron en la industria textil.



Se pregunta pues Castronovo; es posible o no asignar a la adopción de técnicas nuevas un papel prioritario y determinante en la revolución industrial inglesa? Responde afirmando que si bien debe reconocerse al maquinismo como una parte importante del proceso acumulativo del desarrollo económico, su función no debe sobrevaluarse. Las innovaciones pudieron ser introducidas en la medida en que fueron lo suficientemente simples como para no exigir una multitud de técnicos y obreros especializados ni excesivas inversiones preliminares.



Se debe señalar pues –acercándose un poco a la tesis de Hobsbawm pero pegándole duramente al marxismo tradicional- que fue el desarrollo económico la que permitió la aplicación de las nuevas técnicas y no a la inversa22.



Que es lo que origina pues el desarrollo Industrial? para Valerio Castronovo: Aumento de la población, revolución agraria y ampliación de los mercados.

1 Jeremy BLACK La Europa del siglo XVIII 1700-1789. Ed Akal. Madrid 1997.

2 Valerio Castronovo en el libro La Revolución Industrial Centro editor de América Latina Bs As 1977

3 Eric Hobsbawm En torno a los orígenes de la revolución industrial Ed S XXI, 1971.

4 Entre ellos Valerio Castronovo en el libro La Revolución Industrial citado recientemente.

5 El Industrialismo no se explica a través del desarrollo científico o de las innovaciones técnicas ya que están se encontraban disponibles en la década de 1690-1700.

6 La actividad colonial por excelencia del S XVIII fueron las grandes plantaciones
de caña de azúcar; el dueño de las grandes plantaciones obtiene sus ganancias produciendo cantidades cada vez mayores de azúcar a precios en disminución, y extrayendo por tanto un mayor beneficio y un mercado en crecimiento.

7 Una mentalidad especulativa en el medio rural tiene que ver con el cercamiento de los terrenos (eclosure) en la Inglaterra de 1236 como política que luego se dispara a comienzos del S XIX. A partir del Estatuto de Merton se eligen destinar terrenos para el cultivo de pastizales para que pasten las ovejas. Sin embargo Valerio Castronovo en el libro La Revolución Industrial señala que si bien los enclosure se practicaba ya desde hacía largo tiempo en Inglaterra, para el S XVIII aun mas de la mitad de las tierras arables se cultivaban con el viejo sistema de los open fields. Este es un sistema de campo abierto, por lo general cada pueblo está rodeado de estos grandes campos que no están físicamente separados uno de otros y en el se desarrollan diferentes tipos de cultivos con su necesaria rotación.

8 Especies nuevas como el maíz y la papa son elementos propios de esta revolución agrícola.

9 Holanda establece el paso previo que potencio el industrialismo: desarrolla una enorme concentración del capital debido a que –como ya señalaba Jeremy Black- se conformo a lo largo del S XVII, en una Europa en crisis, en intermediaria financiera y comercial del mundo.

10 A decir de Lucia Sala de Touron Bases Económicas de la Banda Oriental, ed Pueblos Unidos, Montevideo, 1968, Las paz de Utrecht marca un punto crucial en la intervención británica en las colonias españolas de América, la Corona española concede a los Británicos los navíos de permiso y el asiento negrero, actividades económicas esenciales de la política económica británica a nivel mundial.

11 La Revolución Industrial Introducción Valerio Catronovo Ed Centro Editor de América Latina. Bs As 1977

12 A lo largo de tres siglos, se introdujeron en América más de 10 millones de africanos. La actividad económica principal a la que se destinaba la mano de obra esclava era la producción azucarera. Las Antillas absorbió el 53% del total recibido por América (de este total desembarcado en el Caribe debemos discriminar entre: Jamaica que atrajo el 47% de los esclavos y Santo Domingo con más de un 58% de negros importados por las colonias francesas). Luego seguía el Brasil que recibía el 31% del tráfico; América española acaparaba mucho menos, 10% de los cautivos, mientras que América del Norte inglesa recibía 6% de africanos. Los esclavos tenían un promedio de vida de unos diez años cuando llegaban al continente debido al forzoso trabajo al que eran sometido; por lo que la mano de obra esclava significaba una pesada carga para los costos productivos de las plantaciones. A su vez, 16,8% de los cautivos fallecían en el largo viaje de África a América, mientras que el 8% murió en la costa en los varios meses de espera cuando los buques no estaban totalmente abastecidos. Escorbuto, disentería y fiebre son algunas entre las muchas enfermedades y penurias por la que atravesaban los nativos. En la costa Africana los esclavos se obtenían mediante la negociación directa de un comerciante europeo o mulato residente, o bien se trataba con comerciantes africanos bajo el control de una autoridad política establecida. El negocio se podía realizar a través del trueque (mercaderías por esclavo) o a través del metálico.

13 Periodo Postnapoleonico se incrementan en un 49% y 50%

14 Catronovo idem.

15 la relación de intercambio entre fuerza de trabajo creadora de valor y salario percibido por los trabajadores

16 Idem

17 Idem pag 23.

18 Es importante subrayar la presencia y la influencia de la escuela escocesa en la enseñanza técnica y en las ciencias aplicadas, en contraposición a las atrasadísimas escuelas rurales inglesas que continuaban enseñando la moral, las tradiciones académicas y la religión.

19 Idem pag 24

20 A decir del autor a partir de la revolución de 1688 se va consolidando un gran prestigio social de las clases industriales y mercantiles, una consideración más racional de la vida económica, un cambio en los valores y las convicciones éticas y religiosas respecto de la riqueza y de la introducción de nuevos métodos.

21 Idem pag 25


22 Op cit pag 31.

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